Tras dos derrotas consecutivas en el inicio de la temporada local, Lech Poznan afronta con máxima motivación su estreno europeo ante un Breidablik que ya mostró dificultades en la ronda anterior. Los polacos, con más calidad y fondo de armario, saldrán a presionar desde el primer minuto.
Pese al revés en la Supercopa ante Legia (1-2), Lech mostró signos de reacción en la segunda parte, con gol de Szymczak desde el banquillo y un 60% de posesión que evidenció un planteamiento ofensivo. Frente al Cracovia (1-4), el resultado no reflejó lo ocurrido: los de Poznan generaron 1,55 xG frente a solo 0,73 del rival. A las puertas de Europa, se espera una versión más afinada, especialmente en eficacia ofensiva.
El equipo islandés se benefició del calendario tipo primavera-otoño para llegar con ritmo a esta fase, pero su actuación fue irregular. Perdió la ida 0-1 ante Egnatia, aunque lo remontó en casa con un arrollador 5-0, dominando en los primeros minutos. Aun así, los albaneses crearon peligro (14 tiros a 4). El sábado pasado, Breidablik apenas venció 1-0 al modesto Vestri. A domicilio, ha encajado seis goles en sus últimos cinco partidos, mostrando debilidades defensivas.
Lech llega con bajas importantes (Gholizadeh, Murawski, Walemark), pero el técnico Fredriksen tiene suficientes piezas para imponer su estilo. El Breidablik cumplió su objetivo al pasar una ronda, pero esta parece ser su barrera competitiva. En casa y con mayor profundidad de plantilla, los polacos deberían ganar con autoridad.
